El Dilema del Prisionero muestra el conflicto entre los intereses colectivos e individuales. El ejemplo se basa en dos sospechosos, los cuales son interrogados en sitios separados (uno ante el juez y en la carcel) otro lo será el 1 de agosto en el Congreso de los Diputados.

Las opciones que tienen son las siguientes:

  • Si ambos confiesan el delito, la sentencia será de 3 años para cada uno.
  • Si ninguno confiesa, la sentencia será de 1 año de cárcel para cada uno
  • Si uno de ellos confiesa, éste saldrá libre y el otro recibirá una sentencia de 6 años de cárcel.

Parece ser que uno de ellos está confesando…

Póngase en el lugar del otro de los «prisioneros». Piense cual sería la mejor estrategia a adoptar teniendo en cuenta bien los intereses estrictamente personales, o los generales ¿Cual cree que debe ser?

Dentro de poco veremos la estrategia adoptada por el segundo. Solamente quiero hacer mención a un ejemplo que, aunque nos llena de dolor en estos días, no deja de ser paradigmático en el sentido de aceptar las consecuencias de los propios actos y ASUMIR de verdad, no en términos políticos, las consecuencias.

Me refiero a la aceptación de culpa realizada ante el juez, del maquinista del Tren Alvia que descarriló el pasado 24 de julio cerca de Santiago de Compostela y en el que murieron 79 personas y hay más de 100 heridos. Francisco José Garzón ha admitido que se despistó y eso produjo el accidente. Garzón no hechó balones fuera diciendo alegando problemas del trazado, las condiciones de la vía o del tren. Los políticos hasta ahora siempre echan las culpas a otros…«la herencia recibida», yo no estaba en el Ministerio entonces…Todos los partidos se financian así…

Una vez más, el tiempo y la vida ponen a cada uno en su sitio. Pensemos en ello.