Hace ya 65 años del rodaje de esta excelente película que cautivó tanto a los criticos como a los espectadores. Ni Rubalcaba es Harry Lime, ni Perez Tapias es Holly Martins. Aunque todo es posible desde una óptica cinematográfica. Y la vida, a menudo, supera la ficción. Dejo al lector imaginar posibles analogías entre la situación del PSOE y el guión de la película escrito por Graham Greene.
Perez Tapias abre la vía a una nueva concepción del papel del Partido y del Gobierno. Si es elegido Secretario General (falta por ver si consigue los casi 10.000 avales para presentar su candidatura) en el Congreso de Julio, no optará a ser el Candidato a Presidente del Gobierno. No está mal si va acompañado este gesto con un conjunto de medidas que democraticen más la participación de los militantes en la vida y decisiones del partido. En este sentido, Alberto Sotillos, cuarto Candidato e hijo de Eduardo Sotillos (Portavoz del Gobierno con Felipe González), va más alla en la profundidad de las reformas orgánicas que plantea. Aunque, como otros, confunde según mi parecer, transparencia y democracia con participación de ciudadanos en la toma de decisiones del partido en igualdad con los militantes. Feo asunto cuando se confunden estas cosas…
La posición que mantiene Perez Tapias en relación con el «asunto de Cataluña» es preocupante por su ambiguedad y falta de concreción. El PSOE es un partido socialista, obrero y español. Si a estas alturas también vamos confundiendo al personal, mal vamos. El PSOE precisa disponer de posiciones claras y absolutamente alejadas del tactismo eufemístico propio de otros tiempos y otros dirigentes, y recuperar la confianza con una Visión clara del rumbo y politicas a desarrollar.
Seguramente un Mix de Perez Tapias + Sotillos y como algunos sugieren, + imagen de Pedro Sanchez sería lo ideal. Los experimentos con gaseosa. Habrá que decidir y optar por alguno. Salvo que se presente Jose María Maravall.
Aún queda tiempo y siempre nos quedará París.
