Con los resultados electorales del pasado 26 de Junio seguramente podrán escribirse multitud de ensayos e investigaciones que tratarán de encontrar y fundamentar explicación al comportamiento de los electores frente a las cuatro principales formaciones políticas.

¿Cómo ha ganado el PP con la corrupción subiendo en plena campaña?

¿Cómo es posible que el PSOE siga perdiendo votos, diputados y senadores con una gestión tan lesiva para la mayoría de los ciudadanos?

¿Por qué más de un millón de votantes de IU y PODEMOS no han votado esta vez?

¿Es CIUDADANOS útil o prescindible como opción política de centro a medio plazo?

El profesor de la Universidad de Yale Victor Harold Vroom, en 1964 formuló, a partir de sus investigaciones sobre el comportamiento humano la llamada Teoría de las Expectativas y/o Instrumentalidad por Recompensa. En síntesis, el comportamiento (o conducta medible, evaluable y verificable de un sujeto) bien sea en la realización de una tarea o del voto en unas elecciones está sujeto a la interacción de tres variables: Expectativa, Instrumentalidad y Valencia.

Aplicado al comportamiento electoral, el NO Esfuerzo Motivacional (abstención e incluso voto contrario a terceros) puede analizarse a través de estas variables. La Expectativa tiene que ver con la creencia del elector de que el esfuerzo que se le pide (votar a determinada fuerza política) puede hacerlo y tendrá un buen resultado o desempeño. La Instrumentalidad obtiene el valor de la creencia del elector sobre la recompensa a obtener por el esfuerzo que se le pide (votar); es decir, es contingente al esfuerzo y debe estar claro para el elector que votar significa obtener claramente lo que la fuerza política le promete.

Por último, la Valencia es el Valor (-1, 0, +1) multiplicador de esa recompensa. A veces, la recompensa que se ofrece al elector/trabajador puede no ser de su agrado o parecerle insignificante o nula.

Los ciudadanos votaron el 20 de diciembre a unas formaciones de izquierda, centro y derecha que prometían recompensas si se les votaba. Además y sobre todo, se les enviaban mensajes negativos que intensificaban los efectos injustos de la crisis culpando al PP de los males que les aquejaban. Una vez concluidas las elecciones del 20 de diciembre, las formaciones políticas NO consiguieron ponerse de acuerdo y negociar un Gobierno distinto al del PP (Recompensa e Instrumentalidad) que les resolviera el estado de ansiedad causado por la campaña. Al contrario, los líderes políticos se enzarzaron en ataques entre ellos y no alcanzaron acuerdo y se tuvo que ir a nuevas elecciones.

A estas alturas, el lector podrá fácilmente concluir en la respuesta a las preguntas anteriores poniéndose en la piel de los electores de cada una de las formaciones políticas implicadas. El Esfuerzo que se le pide al elector puede no dar lugar a un buen desempeño (no es suficiente por ejemplo para lograr una mayoría), la Recompensa NO existe ya que antes no se pusieron de acuerdo y los problemas siguen, la Valencia puede ser incluso negativa (debido a ese comportamiento tras las elecciones del 20D). Utilicen pues el sentido común, sentido este que se puede ver ayudado por el modelo del profesor Vroom al que muchos respetamos y saquen conclusiones.