Sirva este titular «adaptado» a las circunstancias de hoy, sobre el original atribuído al Jefe de Campaña de Bill Clinton en 1992 James Carville cuando utilizó la sentencia «Es la economía, estúpido« (the economy, stupid).

La vida nos ofrece cuantiosos ejemplos de Disrupciones generativas. Son acontecimientos en ocasiones no predecibles, pero que generan cambios sorprendentes y «revolucionarios» en las sociedades o empresas a las que afecta. También a la clase política y a los Partidos como organizaciones. Un ejemplo lo tenemos en el enfoque de Clinton (que partía de perdedor) cuando puso el foco en las personas:

Ahora que parecen nuestros políticos preocupados por las encuestas electorales que realizan sus competidores, vemos como una vez más solo están ocupados en ellos mismos. Los cinco millones de parados pueden seguir esperando. Si el mensaje cuando llegue la hora de votar sigue centrado en ellos y en la «macroeconomía» entonces asistiremos, seguro, a una disrupción social con nuestros políticos de proporciones inesperadas.

  • Tenemos derecho a saber si hay Alternativa o si todo se queda en Alternancia.
  • Tenemos derecho a conocer como piensan y como sienten los políticos que quieran representarnos. Deben tener ideas propias (digo yo) y regirse por unos Valores y Principios éticos que sean predecibles y fiables.
  • Tenemos derecho a que nuestro voto sea incluyente y excluyente; pudiendo tachar o no aceptar aquellos candidatos que no merecen nuestra confianza aunque vayan en una lista de partido (allá el Partido con quien presenta).

Por cierto, como ejemplo de esta «ceguera egoísta» de muchos políticos tenemos y tendremos durante unas semanas el espectáculo de pseudocandidatos a liderar el PSOE (principal partido de la oposición). Saben que todos de los que se habla votaron la política antisocial de Jose Luis Rodriguez Zapatero en mayo de 2010 y además se callaron, defendieron y aplaudieron, además de votar después, la infame Reforma Constitucional del Artículo 135 de la Constitución Española en connivencia con el PP y en plenas vacaciones de verano del 2011. Así, y con estos mimbres, el PSOE se quedará solo.