El 14 de agosto se cumplen 42 años del estreno en España de la opera prima de Woody Allen, «Take the Money and Run». De gran exito, a esta comedia siguieron entre otras Sleeper, Bananas y Annie Hall en la que el gran teórico de la Comunicación Social desde entonces hasta nuestros días, Marshall McLuhan, realiza un cameo interpretándose a sí mismo al comienzo de la película en la escena de la cola del cine.

En palabras de Virgil Starkwell (el protagonista interpretado por Allen), Virgil es un criminal ejemplar al haber delinquido 16 veces y ser arrestado otras 16. Cuando pienso en estos detalles me vienen a la mente las supuestas veces que hayan podio delinqur políticos como Jordi Pujol, Luis Bárcenas o, siguiendo la estela de los ERE (Expedientes de Regulación de Empleo) en Andalucía y de los fraudes en la contratación de los cursos de Formación a Trabajadores y Desempleados, los responsables conocidos y los que aún están de incógnito pero presentes.

Sugiero en este punto al lector que pulse el reproductor de audio para escuchar, mientras sigue leyendo y pensando en esta clase de golfos apandadores que tenemos en España, la banda sonora de Toma el Dinero y Corre.

Cuanto chorizo crea el poder. Y cuanta incapacidad deben sentir los ciudadanos al comprobar una y otra vez que priman los intereses individuales sobre los generales. Mientras los grandes partidos y los pequeños tambien, dicen que esto no va a volver a pasar y que pondrán medidas para evitarlo, siguen manteniendo en sus filas y con cargos públicos a representantes: Diputados, Parlamentarios, Concejales y Alcaldes que deberían haber dimitido o ser cesados de su representación partidaria mediante expediente disciplinario. Ninguno de los grandes partidos dispone de instrumentos independientes para resolver estos casos de presunta y probada deshonestidad o cuando menos, incapacidad de los implicados (por ciegos o ignorantes) de haber supervisado o controlado las acciones de las personas a su cargo.

El Cambio es permanente: Cambia la Jefatura del Estado, cambian los Líderazgos en los Partidos, cambian los Porteros y Delanteros de  Clubs de Futbol…pero no cambian las penurias de la mayoría de ciudadanos, ni sus condiciones de vida. Parece que la gran lección o moraleja de esta clase política, que nunca se ha visto en otra, es:

Toma El Dinero y Corre.