Simplificación

Para que la Comunicación sea eficaz es necesario que esté concentrada en pocos puntos expresados muy claramente. Es imposible realizar una comunicación eficaz si la basamos en un conjunto amplísimo de puntos, en un folleto muy detallado y muy amplio. Lo óptimo en una Acción de propaganda es elegir un tema central y en torno a éste ir desarrollando toda la propaganda concreta, de manera que el impacto se  efectúe a partir de ese tema central.

Por otra parte es importante que los pocos puntos en los que centremos nuestra propaganda estén expresados en un lenguaje sencillo y comprensible por todo el mundo; evitando las palabras  técnicas y especializadas o el lenguaje académico.

A continuación, un claro ejemplo de aplicación de estas técnicas lo encontramos en un video político.

 

 Amplificación

La Amplificación es probablemente una de las claves más discutidas y que a algunos les puede parecer, incluso, no del todo honesto. Pero en la propaganda persuasiva a veces es necesario presentar las cosas de forma exagerada. Es una de las técnicas básicas y fundamentales utilizadas en el periodismo y en la comunicación publicitaria. Se trata de hacer llamativa inicialmente una noticia para que sea «recibida», y capte la atención del público. Esta fijación de la atención, evidentemente, es muy difícil de lograr si no se amplifican determinadas cosas.

Obviamente en la comunicación persuasiva se suelen amplificar las propias virtudes del objeto de la comunicación y, a su vez, se amplifican también (para equilibrar el Mensaje) todos los aspectos conflictivos, problemáticos o carenciales de los productos en competencia. Es una exageración “controlada” que ha de evitar caer en la tergiversación fraudulenta de los hechos. No se trata de confundir al receptor con imágenes «irreales» o «inventadas», sino de utilizar la misma técnica del análisis por el microscopio: ampliando (como sucede cuando se ve algo a través del microscopio) aquellas cosas que convenga ampliar del propio producto y ampliando también  aquellas deficiencias de los productos de la competencia, para que puedan ser vistas y captadas fácilmente por todo el mundo.

Orquestación

Para que la propaganda tenga resonancia es necesario orquestarla; hay que preparar un ritmo, con una determinada cadencia de insistencia y con una repetición determinada. Probablemente lo mejor en  la planificación de cualquier campaña de propaganda es arrancar con algún acontecimiento destacado, algo que sea realmente noticia o importante, que se pueda tomar como percha, como motivo para impulsar toda la campaña.

La campaña no puede empezar fríamente sino que tiene que partir de algo que tenga impacto. A partir de ese hecho hay que centrarse en un punto, un tema central, e ir repitiendo insistentemente lo mismo. La repetición de los eslóganes o los argumentos es la táctica más elemental de la propaganda para lograr una captación de voluntades y una fijación en el receptor del contenido persuasivo. Pero ha de hacerse teniendo cuidado en no repetir monótonamente lo mismo, sino en reiterar el mensaje utilizando diversas formas argumentales.

Es importante insistir en los mismos puntos dándoles forma distinta para que no se pierda el interés ni se caiga en la monotonía. Se trata de dar ritmos distintos a un mismo tema de propaganda. Como ocurre en una orquesta, donde son utilizados distintos instrumentos musicales con la misma partitura, en una campaña hay que utilizar la radio, la TV, las Redes Sociales, carteles, soportes estáticos, imágenes, mensajes concretos en distintas situaciones, etc.., con ciertas variaciones, pero centrándonos siempre en un atributo básico para conseguir que esa característica sea asumida y aceptada conscientemente por el mayor número de personas posible.

Lo óptimo es que las variaciones en el ritmo se produzcan dentro de lo que podríamos llamar una cadencia similar, al objeto de que se produzca la identificación. Por ejemplo, en la propaganda comercial, lo que hace la Coca-Cola en sus spots publicitarios es un buen ejemplo de lo que supone decir siempre lo mismo, utilizando una metodología muy similar pero variando continuamente.

Creación de Necesidad

En la propaganda tenemos que tener en cuenta también las «motivaciones personales» de aquellos a quienes va dirigida. Toda persona tiene un conjunto de necesidades psicosociales generalmente insatisfechas (seguridad, autoestima, aprecio, prestigio, estatus, etc.). Cuando el Mensaje aparece asociado con la solución de alguna de estas «necesidades», la fuerza emocional que adquiere es mucho más eficaz.

Todo ser humano es un ser social, y debido a ello, plantea su forma de pensar y de actuar en función de los demás. Este rasgo nos hace muy penetrables a la influencia de los otros.  La influencia social es muy utilizada como estrategia en la comunicación persuasiva. Así, cuando se dice «el pueblo español quiere…», o «la mayoría de los niños prefiere…», o «todos mis clientes coinciden en …», lo que se está haciendo es utilizar la fuerza de esa presión social. En este sentido está demostrado que cuando una idea es presentada como «aceptada por la mayoría» tiene muchas más posibilidades de ser bien recibida por los receptores de la comunicación. Por ello en la propaganda hay que saber utilizar aquellas ideas que son mejor aceptadas y presentarlas como ideas con las que «todo el mundo -o mucha gente- está de acuerdo».

Contagio

Aplicar la técnica del contagio social en la comunicación persuasiva  resulta eficaz cuando actúan como referentes personalidades destacadas (científicos, intelectuales, artistas, profesionales independientes, etc.) que ejercen una gran influencia sobre los demás (son líderes de opinión).

El contagio también actúa a nivel personal, a nivel del ejemplo. La manera en la que mejor opera, y más eficazmente el contagio es en los actos de masas. En las grandes superficies, en concentraciones de clientes se pueden producir, (e inducir) conductas, por ejemplo, de compra. De simpatía, de tendencia a identificarse con una forma de hacer / actuar, en un momento determinado, en el colectivo. Esta influencia se manifiesta provocando respuestas emocionales: primero de atención, luego de aproximación, luego de simpatía y finalmente de identificación que pueden llevar a conductas de compra en ese momento.

Las grandes concentraciones de masas, especialmente cuando se celebran en lugares cerrados, en los que se pueden reforzar los lazos de cohesión, son magníficos canales para la comunicación persuasiva y la captación de nuevos clientes. El diseño del espacio, los circuitos de recorrido, los expositores de productos, la iluminación, ambiente, comunicación estática y capacidad de interacción entre cliente – personal – clientes construyen un “estilo de relación” que incorpora elementos emocionales gratificantes asociados a la experiencia: bien de visita, o de compra. Incrementando la posibilidad de reiterar dicha acción en el futuro: nuevas visitas, nuevas compras.