Atrevete a saber

¡Atrevete a pensar!. Kant, en su ensayo ¿Qué es la Ilustración? señala:

“La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad. La minoría de edad significa la incapacidad de servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no reside en la carencia de entendimiento, sino en la falta de decisión y valor para servirse por sí mismo de él sin la guía de otro. Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento!, he aquí el lema de la  Ilustración”.

Cuando la mayoría de los representantes políticos deja a un lado su conciencia, convicciones o razón para votar mecánicamente una propuesta, ley o petición de comparecencia ante un asunto concreto, según las instrucciones que les indica  su partido o dirección del grupo parlamentario, ¿a que están renunciando?. Los «listos» responden inmediatamente: la disciplina de partido lo exige, nuestro compromiso con los votantes… Cuantos eufemismos, cuanta hipocresía para ocultar lo evidente. Son esclavos de la política, por tanto tenemos una política de esclavos.

La pertenencia a un partido no debe ni puede suponer  dormir, anestesiar o domar las conciencias de sus miembros. De hecho diversas organizaciones politicas con representación parlamentaria defienden una sociedad de hombres y mujeres libres. Otros además hacen hincapié de ese «liberalismo» aplicándolo a las relaciones sociales y económicas: libertad de mercado, libertad de despido…Como decía Kant: el sabio puede cambiar de opinión, el necio nunca.

Aunque ya sepamos como va a acabar el partido que se juega el próximo 1 de agosto, algún jugador puede sorprender (como Aaron Sorkin) actuando con un guión escrito por el, comprometido con los que desde la sociedad estamos escuchando, y con el coraje suficiente para liberar a los esclavos de sus cadenas empezando primero por manumitir a los que tiene en casa.