Ferdinand de Saussure (1857-1913) en su Curso de Lingüística General explicaba que el signo lingüístico se componía de significante y  significado. El significado era el «contenido» del significante, que es el que designa algo. Otro gran reconocido filósofo, linguista y científico Charles Sanders Peirce (1839-1914)  considerado fundador del pragmatismo y padre de la semiótica moderna, introdujo un tercer componente: la referencia.

Para Peirce todo signo es una representación. En nuestros días, la acción política emite signos cargados de significación y representados por los actores (políticos) como los del Acuerdo o Pacto Antiterrorista firmado el pasado día 2 de febrero por el Presidente del Gobierno y del Partido Popular Mariano Rajoy y por el Secretario General del PSOE Pedro Sánchez. Dicho acto produce y tiene un significado que no es sólo el texto del citado Acuerdo.  Citando a Peirce«Así, un portavoz, un diputado, un agente, un vicario, un diagrama, un síntoma, una descripción, un concepto, un testimonio, todos ellos representan, en sus distintas maneras, algo más a las mentes que los consideran. Pensar es el principal modo de representar, e interpretar un signo es desentrañar su significado».

Parece y pareció, cuando se produjo, en una mayoría de votantes, militantes y dirigentes del PSOE que en las actuales circunstancias y contexto político-social-económico que vive el país, este afán aventurero del líder del PSOE de firmar y querer pactos con el PP no es que sea conveniente o no;  es suicida. Eso sin tener en cuenta que:

  • el PP dispone de mayoría absoluta y puede legislar a su conveniencia.
  • el Pacto anterior firmado en 2000 entre el Gobierno de José María Aznar (PP) y Jose Luis Rodriguez Zapatero (PSOE) ya contemplaba la posibilidad de adaptar la legislación a las nuevas exigencias que el terrorismo planteara en el futuro (base fundamental del nuevo Acuerdo)
  • el Acuerdo introduce la cadena perpetua revisable y modificaciones del Código Penal opuestas a las Tesis y posiciones que el propio PSOE mantiene.

Si a esto sumamos el «reconocimiento contradictorio» que ha realizado en la última semana Pedro Sánchez sobre la mejora del crecimiento económico que el dice (apoyando así las tesis del  Gobierno) que hay en España y lo comparamos con la realidad vivida, percibida e interpretada por una inmensa mayoría de ciudadanos, no ha de extrañar los resultados de la encuesta Barómetro del CIS sobre intención de voto que relega al PSOE al tercer lugar sobrepasado por Podemos, una formación que tiene un año de vida frente a los 136 años de presencia en la vida política española del PSOE.

Ante esto recomiendo encarecidamente la lectura de uno de los aforismos contenidos en la obra El Arte de la Prudencia, de nuestro jesuita de cabecera y escritor del siglo de oro español, Don Baltasar Gracián (1601-1658):

«Diferenciar el hombre de palabras del de obras. Es una precisión única, así como la del amigo de la persona o del empleo, que son muy diferentes. Malo es, no teniendo palabra buena, no tener obra mala; peor es, no teniendo palabra mala, no tener tampoco obra buena.

Ya no se come de palabras, que son viento, ni se vive de cortesías, que son un cortés engaño. Cazar las aves con luz es el verdadero deslumbramiento. Los vanidosos se pagan de viento; las palabras han de ser prenda de las obras, y ese ha de ser su valor. Los árboles que no dan fruto, sino hojas, no suelen tener corazón. Conviene conocerlos, unos para provecho, otros para sombra.»

Seguiremos reflexionando…