Aún no se emite en España la serie de USA Networks Mr. Robot, pero pronto lo hará. Seguramente tendrá que ver con el reciente Globo de Oro obtenido este mes de enero de 2016 y los diversos premios ya conseguidos por algunos de sus interpretes (Christian Slater); pero la razón por la que hablo de esta serie en Politicom es la misma que me llevó a hablar de Borgen, House of Cards o 1992 en anteriores posts: la conexión con la realidad y la política.

En la Agenda de los Medios en España, la secuencia de temas que se suceden en la semana del 13 al 20 de enero va de negociaciones entre las diferentes fuerzas políticas para resolver «lo suyo»: quien va a presidir la Mesa del Congreso (tercera autoridad del Estado), la composición de los órganos de representación en las Cámaras y la formación de los Grupos Parlamentarios mediante el intercambio de cromos con caras de diputados.

También es noticia la Desigualdad creciente en el Mundo y también en España. Agravada desde 2008 hasta hoy; la concentración de la riqueza en menos manos y la universalización de la pobreza. Todo ello mientras crece el turismo, bajan los precios del crudo y se exporta más debido a la caída del euro con respecto al dolar.

Pero siguen los problemas y se agravan los efectos de la crisis en las familias y en el conjunto de 4 millones de parados que ven, mejor dicho, no ven que se haga realmente algo por resolver dicha situación. Cada vez se denuncia más y se combate menos.

Por eso cuando en los primeros capítulos de Mr. Robot el líder plantea a Elliot (joven hacker nocturno y administrador de sistemas por el día) que el objetivo es luchar contra la desigualdad y la injusticia social borrando los registros bancarios de todos los créditos e hipotecas que atenazan a cientos de millones de familias, estudiantes y pequeños comerciantes haciéndolo en todos los centros de datos e instalaciones de respaldo afín de asegurar la irreversibilidad de los efectos: como si fuera un reset y puesta a 0 de las deudas de la mayoría con la minoría, me asalta esta duda…

¿ No es esta una verdadera Revolución Social y económica con visos de justa y necesaria? y por ende…en qué queda la existencia de estos aparatos políticos que se llaman partidos.

El juicio es generalista y seguramente injusto ya que hay más aspectos (valores, derechos, sistemas de poder y representación…) que considerar, respetar y garantizar. Pero no deja de ser inquietante, por lo atrayente, que las cuestiones y reflexiones que esta serie propone mediante los diálogos que establece su protagonista con la audiencia atrapen a más de cien millones de seres humanos.

Ejemplo de diálogo en Mr. Robot

– Qué te decepciona tanto de la sociedad?

– Oh, no sé. Quizá que colectivamente pensamos que Steve Jobs era un gran hombre, incluso a pesar de que amasó millones a costa de niños. Quizá es la sensación de que todos nuestros héroes son falsificaciones. El mundo en sí mismo es un chiste, constantemente spameando con nuestro constante debate de chorradas camufladas de profundas o con nuestras redes sociales que imitan la intimidad.

– O quizá es que nosotros votamos por esto. No con nuestras manipuladas elecciones sino con nuestras cosas, nuestra propiedad, nuestro dinero. No digo nada nuevo. Todos sabemos por qué hacemos esto; no porque ‘Los Juegos del Hambre’ nos hagan felices sino porque buscamos estar adormilados. Porque duele no fingir, porque somos cobardes.