Recientemente he vuelto a ver esta película alemana que recrea el drama y las enseñanzas del experimento pedagógico denominado Tercera Ola. Si hay algo claro para los que llevamos años vividos en este mundo, es que la realidad supera la ficción y que el futuro es mucho más impredecible cada vez. Por tanto es el Cambio como motor social el que define y transforma nuestro presente a través de microscópicas acciones que cada uno de nosotros implementa cada día.
Pero hay Cambios hacia adelante, de rumbo y hacia atrás; como cuando decimos a nuestros hijos lo que nos dijeron nuestros padres, o cuando caemos nuevamente en errores o malas prácticas que considerábamos ya superadas.
Si aspiramos a un Fin justo para nuestra sociedad, debemos tener presente que los medios para alcanzarlo han de ser justos y también contingentes. La historia pasada y reciente nos muestra muchos procesos de Cambio en los que los Medios desplazaron a los Fines pervirtiendo el proceso. Por ello, ahora es el momento de pensar y actuar conforme a nuestras creencias y valores en consonancia con los Fines que nos proponemos. Para ello, negociemos, acordemos y cedamos si es preciso; pero nunca reneguemos si elegimos los Medios como Fines.
Porque las consecuencias pueden llegar a ser impredecibles e inmanejables: como en La Ola.