Disponer de un Roadmap u Hoja de Ruta como últimamente se ha puesto de moda, no es sencillo ni fácil, y mucho menos algo que pueda ser improvisado. En la vida real: en la empresa, en los organismos científicos y en las organizaciones tecnológicas, la Hoja de Ruta es el instrumento que aporta sentido a las decisiones sobre recursos y acciones.
Coherencia, consistencia y contingencia son las «3C’s» de un Roadmap. Y parten de un diagnóstico riguroso y compartido sobre los problemas actuales y el Escenario de futuro a alcanzar.
Alejamiento de los ciudadanos, falta de liderazgo y credibilidad de sus dirigentes y a nivel interno, perversión de la democracia interna abusando de la concentración de poder orgánico y público en pocas manos, son características que hipotecan, sino se integran en la Hoja de Ruta, el alcance del apoyo ciudadano a conseguir.
El primer error es confundir Renovación con Maquillaje. El PSOE debe renovarse sí, como toda organización social; pero eso no significa poner a alguien más joven, o una mujer o fichar y cooptar «pseudo líderes».
El segundo error consiste en mantener modelos culturales de participación interna y decisión más propios de organizaciones mecanicistas y, si me lo permiten, leninistas. Prohibido prohibir o pensar, son manifestaciones del mal que aqueja a la dirección socialista.
Renovación es también poner en cuestión el modelo actual de monopolio del poder mediante la concentración de cargos en pocas manos. Si ya se recomendaba en la Conferencia Socialista de 2013 la incompatibilidad de tener más de 2 cargos ejecutivos (además de los derivados representativos y públicos), es necesario rebajar a un cargo ejecutivo y a una limitación real de mandatos la función directiva y representativa.
Separar el partido del gobierno, diferenciar la función político-organizativa-programática de la gestión de gobierno es un modelo que deriva de forma natural de las premisas antes expuestas. No es el que ha seguido el PSOE desde 1977; pero es que no hemos tenido la opción de probarlo entre otras cosas porque coincidió con un Liderazgo Carismático y sólido como el ejercido por Felipe González.
La dificultad de su puesta en marcha no existe. Lo que sí existe es mucho candidato a todo que quiere todo. El Secretario General próximo del PSOE no tendría que ser el candidato a Presidente del Gobierno en 2015, tendría que ocuparse de la renovación del partido y su devolución a los militantes.
Encontrar a una persona con capacidad, competencia demostrada, credibilidad y ausencia de egoísmo y de querencia de poder no es tan difícil. Basta saber que se quiere alcanzar con la Hoja de Ruta y no dar cabriolas ridículas en el aire inventandose líderes al momento. Susana Díaz quédate en Andalucía, dirige el PSOE andaluz y aplica las políticas que nos distinguen de la derecha. Cumple tu palabra, que es la de los socialistas.

Si quieres que te de una pista sobre quién puede ser un excelente Secretario General del partido, piensa en el compañero José María Maravall.

Dicho queda, mal que pese a algunos que sólo piensan en ser califas a pesar de su incompetencia y altruismo. No son socialistas, sólo malos fichajes hechos por ex directivos.