Las noticias e información política que está trasladando el PSOE estos días a la sociedad española no tiene que ver en nada con los problemas y circunstancias que aquejan a la población tras sufrir tres años de mayoría absoluta e insolidaria por parte de un gobierno de derechas.

Es más, con una serie de casos flagrantes de corrupción, mentiras y abusos protagonizados por los que dirigen el país, las vedettes o versos sueltos (según se mire) en que se han convertido muchos dirigentes y ex-dirigentes del PSOE, se entretienen en protagonizar un espectáculo bochornoso ante las cámaras y micrófonos. Les vemos asistir encantados a reuniones y encuentros teatralizando la expectación que producen  sus contradictorias conductas.

Queda claro para una cada vez mayor parte de los votantes socialistas que había en este país hace unos pocos años, que el PSOE con estos mimbres dirigiendo u ocupando cargos de dirección (que es lo que parece en realidad), no son la alternativa o palanca en que apoyarse para resolver los problemas que les afectan. No quiero ni pensar en lo que muchos cuadros medios del partido e incluso miembros de la Dirección Federal sienten al ver la patética comunicación política que sus representantes entablan con el electorado. Comunicación que consiste fundamentalmente en:

  • Hablar de sí mismos y de sus circunstancias
  • Proclamar que tienen la razón y que la derecha y el populismo son los males a evitar
  • Reiterar que sí, pero no, el PSOE tiene un Liderazgo fuerte
  • Volver a hablar de sí mismos y de lo bien que se lo pasan
  • Y por último, lamentar que no haya habido tiempo suficiente para hablar de los verdaderos problemas que afectan a los ciudadanos

Mientras, la gente es desahuciada; los bancos siguen sin abrir el grifo de los créditos a un interés acorde y justo; no se aplica la ley en el ámbito laboral y crecen los contratos precarios y la desigualdad social se instala por tiempo indefinido en este país.

Creo que si no se produce una rebelión interna, respetuosa con los procedimientos, pero contundente con los contenidos, por parte de los dirigentes que sí dan la cara ante los ciudadanos, que sí tienen que gestionar y tomar decisiones diariamente y que sí van a representar esa alternativa socialdemócrata en las próximas elecciones, este PSOE pasará a un tercer plano en la vida política de este país. Será una tragedia y no la comedia bufa que algunos están todavía representando.