Coinciden en el tiempo cambios revolucionarios en dos grandes organizaciones: una política -el PSOE-; otra económica, APPLE. Ambas se juegan su futuro. Ambas necesitan ser hegemónicas para cumplir su visión. Este es el relato…

El 5 de octubre de 2011 moría Steve Jobs, fundador de APPLE y CEO de una compañía que ese mismo verano había llegado a ser la primera empresa en capitalización del mundo, sobrepasando a Exxon. En agosto de ese año,  Jobs propuso a Tim Cook (Vicepresidente mundial de Operaciones e Ingenieria) como su sucesor. Tim Cook es desde entonces CEO de Apple.

En estos dos años Apple ha ido perdiendo cuota significativa de mercado en el segmento de telefonia y Tablets, manteniéndose en el de PC gracias entre otras cosas a errores de sus competidores y especialmente de Microsoft (que va a sustituir a su CEO en breve). La estrategia que Tim Cook comenzó a poner en marcha a partir de 2012 supone un giro importante: cambiar su sistema propietario y cerrado permitiendo competir con la versatilidad de Android al atender las diferentes necesidades de los clientes, controlando la seguridad y comenzando a producir aparatos asequibles para una mayoría de clientes. El foco ya no es el Hardware, sino la sinergia producida entre Hard y Soft, es el sistema operativo y las aplicaciones que pueden correr en él las que establecen la diferencia, las que determinan la experiencia del cliente y pueden evitar la fuga de actuales usuarios de iphone y Ipad a otras plataformas; además de producir una nueva Revolución con la próxima  versión de IOS, la 7, que abre nuevas posibilidades y experiencias. Así no extraña que el Jefe de Ingenieria de IOS, Scott Forstall fuera despedido hace meses, asumiendo sus funciones el Jefe de Hardware de Apple y gurú del diseño en estos últimos diez años, Jony Ive. Hoy 10 de septiembre de 2013 Apple comienza la presentación escalonada de productos y servicios que pretenden ser la palanca sobre la que recuperar su hegemonía. De aquí a la campaña de Navidad los clientes tienen la palabra.

El 20 de noviembre de 2011 el PSOE perdía las elecciones generales. Obtuvo siete millones de votos y 110 diputados. El peor resultado de su historia. Su candidato, Alfredo Perez Rubalcaba, había dimitido unos meses antes de Vicepresidente del Gobierno para encabezar la lista electoral. El PSOE convocó un Congreso Federal para elegir a su dirección, siendo elegido Rubalcaba Secretario General el 4 de febrero de 2012 por una diferencia de 22 votos sobre su contrincante, Carme Chacón.

El PSOE, primer partido de la oposición, no ha logrado remontar aún su imagen y confianza en una mayoría significativa del electorado. Inmerso en un debate interno sobre renovación de su funcionamiento y programa, más parece como una opción de alternancia junto a otras fuerzas políticas emergentes en un frente contra la injusta politica social e ineficaz gestión de la crisis del Partido Popular en el Gobierno. De seguir así, es de prever una pérdida significativa de apoyo popular (abstención, desencanto, otras opciones…) en su base social y de imposibilidad futura de conectar con los nuevos electores jovenes.

La única estrategia posible pasa por encantar y recuperar de nuevo no la iniciativa política (frase que no dice nada) sino la base social, la mayoría de la población, los que sufren y padecen la crisis. Su mercado ha vuelto a ser el que siempre debió ser: el que tenía en 1979 y 1982. El de la recuperación de la Igualdad y de la justicia social, de la Sanidad, Educación y Red Social. Volver a definir el programa del Estado de Bienestar de la Socialdemocracia.

El PSOE debe poner en el Mercado Social su producto, no sus palabras. El Software y las aplicaciones (medidas concretas) que hagan visible, transparente y real las soluciones que propone. La zona de venta y comercialización es Andalucia. Desde hoy hasta las navidades, los clientes del PSOE esperamos y exigimos que nos presente los productos que hagan más feliz nuestra existencia. La Política ha de servir para ser más felices, no?